Existes como un punto que flota en infinita desazón
un siglo de silencio negro que no se vivirá jamás
un hogar que se quema se apaga con lágrimas.
Eres el susurro que se oye a gritos
en un lugar extraño que a nadie le gusta habitar.
Ahora lloramos solos cada cual respetando su asombro
y el silencio llueve sobre nosotros llenando espacios
pinta de colores nuestro devenir como en cuadros
escuchamos anhelando
que suene otra vez la campanilla
que en nuestras pisadas florescan nuevos sueños.
agosto 10, 2006
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