¿Has oído el clamor de tus instintos?
No hay momento de paz para el ser humano
ni lugar físico dónde verdaderamente ser libres,
anhelamos la desnudez humana
carente de aquellas máscaras que tiranizan nuestra existencia,
soñamos con el cielo limpio y descubierto
ante nuestros ojos incrédulos
ante la inmensidad de las estrellas y su infinita belleza,
ya no queremos que el mañana se parezca al hoy,
queremos transformar nuestras vidas
y encaminarlas hacia la dicha verdadera
a la que ya una vez renunciamos...
... afectuosamente, nec
nec = no estamos contentos
Para conmemorar esos años Matías, cuando eramos los señores de nuestras vidas, eramos inocentes a la rutina monótona de la sociedad y nada podía derrotarnos. ¡Esto aún permanece vivo, aunque no nos parezca! Esta es la fortaleza de las convicciones.
septiembre 21, 2005
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