Escribir sobre la plenitud de la vida a veces resulta reconfortante y otras veces no, simplemente, es una especie de herida que mana sangre al ritmo de una melodía suave y tierna.
No deseo agotarme jamás de escribir. Aunque debo tener algo más de fe en mi capacidad. Gracias por leer aquellas cosas que a veces manan de mi cabeza... incluso las más viejitas...
No deseo agotarme jamás de escribir. Aunque debo tener algo más de fe en mi capacidad. Gracias por leer aquellas cosas que a veces manan de mi cabeza... incluso las más viejitas...
discursos
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Buenas noches... muy buenos días... garantizamos callos en el lóbulo frontal... ¡yo invito!
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