septiembre 27, 2006

Recuerdos de esta noche

En los pasos del momento que se suspende en hilo
En los llantos secuestrados vivis deliciosamente
Aunque por breves instantes fuistes un todo
Y ahora danzais felices lejos de nosotros
Os amamos con tanta pasión que sentimos el triste robo
Cayendo como golpes y gritos

Os fuistes pequeños y sin embargo, os llevasteis lo más grande
Me es muy dificil mirar a la noche
Descansemos en la fe de que os volveremos a ver
Cuando el hilo se nos corte

Y volvamos a caminar todos juntos
Vosotros, que ya os fuistes
Nosotros, que miramos la noche

Hubo momentos díficiles y la última semana. Vida... circularidad... reflexión. He echado increíblemente de menos a quienes me rodean habitualmente. Me he acercado mucho a mis primos, continuando el proceso prim-itivo previamente descrito en algún post ya pasado.

He tenido encuentros cercanos del tercer tipo con espíritus angustiantes, me han gritado en mi oído a las una de la madrugada. Me han hecho sudar frío en casa ajena, en total oscuridad, con el escepticismo escondiéndose cobardemente en algún rincón de mi cabeza.

Ocupado corriendo entre la Clínica, Colina, La Florida y mi casa. Ocupado, ocupado, ocupado. Tan ocupado que ni sueño placentero he conocido hasta esta tarde. Ni he tenido sentido de mi mismo, del hambre y de la sed.

Volvemos a mirar la noche hoy, con el alivio de una triste partida. Con la esperanza renovada en la fuerza de la autopoiesis. Ese sobrino mío va a ser más querido que la chucha, por sus tíos, abuelos, conocidos y amigos.

Vuelvo a ver la noche hoy, que está tan clara que algunas estrellas compiten con la luz de la Luna, y pienso en mi propia historia, recordando que mañana debo decirle a todos ustedes que los quiero mucho y que son lo máximo.

Hasta mañana!

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