AH! Qué bello es Chile... país de miles de oportunidades... es cosa de ver el negocio del siglo con los quesos en el Sur. Claro, a algunos les parecerá una estafa o engaño, pero en realidad constituye un negocio muy lucrativo.

Por supuesto que nada le gana a Falabella, Líder, Simonetti, Jumbo, etc. ¿No constituyen estafa? Por supuesto que no. Talvez no vale tanto la pena reflexionar cuál de los negocios más daño hacen a la población.

Me marcó una conversación que sostuvimos a la pasada en el Rayo la semana pasada. Un científico chileno promedio como yo, algo atrasado en la edad y las metas académicas, tiene la espectativa de ganar buena plata (sin exagerar claro, nunca 2 palos!!!) recién pasados los 30 años.

¿Se dan cuenta de lo que ello significa? Si comienzas a imponer a los 30 y tantos, y te jubilas a los 60 y tantos, sólo tienes unos 30 años de imposición. Vale la pena pensar entonces en la vida que se desea vivir una vez se ha jubilado. ¿Qué tipos de negocios serán lucrativos? ¿Cómo hacer que la platita (en la suposición de que en ese momento ya uno empieza a tener hijos, esposa y toda la vida familiar que uno soñó, jajaja) se estire, se estire...?

Las propiedades. Los préstamos pueden ser un camino a seguir para comenzar una vida paralela de negocios a la carrera de científico. Digo, para no terminar cagado de plata a los 50... ¡Suerte a todos los científicos! ¡Que nunca se transformen en cinetificuchos!

La única manera que encuentro de sentar irremediablemente mi punto es esta: ¿qué prefiero? ¿Vivir la adultez rodeado de laboratorios o de arena?

¡Educación y Salud, Amigos! ¡Educación y Salud!