octubre 10, 2005

Por fin, volamos juntos en el cielo


Hoy me posé en un costado de tu nido
como no estabas me puse a observar el ocaso
con mis patas aferraba
una de las entrelazadas pajitas de tu nido.

Así me fundí con el cielo y su horizonte
cerrando mis ojos surqué por los aires
ascendí a las nubes más grandes y más heladas
esas que vuelan al lado de ese hermoso Sol
y mis alas no se cansaban de volar más y más alto.

Seguí volando hasta que la noche se fundió con el día
y el firmamento se pobló de estrellas
allá a lo lejos, distinguí tu bella y noble forma
con tus plumas cálidas vibrando con el aire.

Aferré con más fuerza las pajas de tu nido frío
para no alcanzarte con mis patas vacías
te canté con emoción, todo mi pecho se estremeció
tus ojos me vieron, tu mirada me regalaste.

Y las estrellas cayeron del cielo
y yo...
yo caí frío sobre tu nido.

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