febrero 14, 2006

San Valentinado

Ya están cada vez más lejos las escenas de amor y enamoramiento de película.

Las playas vacías y los pies descalzos mojándose en las aguas refrescantes del mar, los juegos de risas, miradas y correteos.
Besos arrebatados y fugaces, supuestamente a escondidas de los testigos ojos del mundo.


El cine y la TV lo han vuelto todo demasiado cursi. Lo romanticón es cosa de viejos fósiles (como el que habla) y lo que está de moda es ser independiente afectivamente, lanzarse en una disco a comerse al género opuesto -mucho mejor si son adolescentes- entre luces estroboscópicas y harto ruido para no poder echarlo todo a perder con una conversación. Lo que es top (según me han contado..XD) es tener los bolsillos de llenos de condones y varias parejas durante la semana.

Ah ah ah... Uy uy uy... Amor tránsfugo bacteriano
(pensar que algunos se enorgullecen por el tamaño de su aparato sexual)

Jejeje. Sólo estoy bromeando. En verdad los estereotipos abundan hoy. Todos tienen su fórmula a la venta. Un cuerpo de gimnasio, un movimiento de caderas a los Shakira, un perfume o un desodorante suficientemente fuerte como para atontar al sexo opuesto, un tema de conversación (o a veces toda la conversación) ultra ensayada y memorizada. En fin, infinitas fórmulas... y TODAS A LA VENTA! Demos gracias al Mercado por pensar tanto en nosotros y en nuestras falencias.

Por alguna razón, la edad del amor madura se ha ido lenta y extrañamente desapercibida, moviéndose a la edad de los 30. Los compromisos abundan después de esa edad, antes "ni cagando", "mejor sol@ que mal acompañad@" u otras frases de salón y de teleserie nacional de la tarde.

Parece que tanta libertad hace al hombre y a la mujer más dispuestos a la experimentación. Por fin la Ciencia ha socavado la idea biológica de la fidelidad en la pareja y en el matrimonio, por tanto tiempo impuesto por nuestra querida religiosidad católica-apostólica -romana-cartucha chilena. Pero a los 30 surge una especie de rebelión a la adolescente inmadurez de posturas frente a la vida en pareja. Se le da importancia a la individualidad de una manera más sana, más tolerante y menos precoz-a-punto-de-estallar -y-a-veces-violenta que la usual. Una especie de reposo se asenta en la mente de las personas. Una especie de resignación sabia. Hay cosas que nunca cambiarán en nosotros. Y por fin esas cosas adquieren el valor que merecen en el/la otr@ compañer@.

Aunque los esfuerzos show-off permanecerán siempre en los varones y la vulnerabilidad sensible en las mujeres, el cambio en la mirada interna afecta tanto -positivamente- que las relaciones se vuelven más pasionales y menos hormonales. ¿Alguna duda de ello?

Todos vivimos nuestras etapas a diferente velocidad. A veces nos saltamos las etapas o nos quedamos irremediablemente pegados en una de ellas, o simplemente las ordenamos a nuestro particular antojo (Romeo-estilo-Florcita-Motuda). Eso es lo más fascinante de todo. El que tenga ojos, que mire y se ria. Por fortuna hay de todo en la "Viña del Señor", y a cada uno nunca le falta su mendrugo de pan.
¡Mmmmh... qué suave es tu membrana, querida!
¡Qué linda colita tienes, amor mío!


Sobretodo... porque estamos en un planeta sobrepoblado. Y estamos llenos de conductas accesorias para asegurar que el mecanismo de reproducción sexual sea algo ENTRETENIDO Y DIGNO DE RECUERDO. Amén por eso.

1 comentario:

Felipe dijo...

Estoy que censuro este comentario obsceno de mi blog... por esta vez pasa hermana. Por esta vez... la siguiente oportunidad lanzaré mi arte contra alguna fotito del Vicente... a ver que sale de eso.