Esta tarde reveladora y un espejo hacia mi alma

No sé todavía por qué me leen ustedes, ojalá algún día me lo digan... No le encuentro ningún brillo a mis pensamientos... BOICOT!!

O_o

Hoy... fuí a ver a mi hermanita convicta. Jejejeje. Cuando llego al Hogar, vienen muchas niñas a verme, muchas de ellas son deficientes mentales, pero todas muy cariñosas. No pretenden ningún mal.

En un principio esto no me molesta para nada. Sin embargo, sentí algo diferente hoy. Una especie de hastío, pero no por las niñas sino por lo que reptaba en el fondo de las cosas que estaba sintiendo. De pronto sentí una furia por la sociedad, por la pobreza, por la ignorancia, y por el abandono de las niñas. Carecen de hogares. Y tengo amigos que carecen de corazón para verlo. Muchos carecemos de muchas cosas, y yo carecía de algo hasta ahora por lo cual entregarme nuevamente al 100%.

He estado preguntándome mucho sobre lo del reconocimiento académico, lo conversé con mi buenísimo amigo Camilo. Ah, si sólo lo conocieran... es un gran sujeto. Muy carismático. A veces, pienso en él y luego en Pedro, luego en mí. ¿Qué nos une realmente? ¿O sólo es una ilusión, que reconstruyo en el presente a base de mis memorias de un feliz e ingenuo pasado? Somos radicalmente distintos.

A veces me da miedo entender lo que quiero hacer. Mis limitaciones me empujan hacia lugares donde sé reposa la desesperanza. Como ocurrió en esta tarde, mientras estaba en el hogar. Estaba intentando estar con Paz, pero las demás niñas no nos dejaban un respiro y cada vez que ella se me acercaba ellas estaban allí persiguiéndola. Luego, si yo salía en su búsqueda, Alejandra (una hermosa niña medio autista, no sé aun qué es lo que tiene, pero ya lo averiguaré) comenzaba a tirarme la ropa para que no me alejara de ella.

Entonces... pasó algo extraño. Me vi a mi mismo haciendo algo muy egoísta. Jajajaja. Yo estaba allí solo para estar con Paz... ¿o no? ¡Qué me dejen en paz con ella un rato que sea éstas niñas carentes de todo lo que define una vida normal en una persona!

Pensaba todo esto... y me vi haciéndolo. Y de pronto renuncié a mis propósitos y me senté a mirar cómo las niñas jugaban con mi hermanita. Me senté a mirar cómo Paz parecía ignorar mi presencia... me senté a observar su independencia con nuevos ojos. Y miré a mi alrededor y comparé mi vida con la de las niñas.

En ese instante algo se rompió, pero no lo demostré. Y la rabia apareció. Supongo que una rabia buena... pues no me hizo sentir mal, sino me hizo reflexionar más aun. Algunos se sorprenden que soy capaz de abandonar mis proyectos científicos (de carrera académica) por hacer cosas menos gratificantes, más sociales, más desapercibibles, más pequeñas. No los culpo, siempre me llené la boca de esa huevada humanitaria...

En la U llevé ese discurso a la práctica. Me llevé conmigo a otros también en el proceso (otors como yo). La élite de pensantes haciendo política con juguetes, o un mundo en miniatura de silicona y PVC. Es el propósito noble de los científicos políticos. De los hombres que desean transformar el mundo en un lugar para la felicidad de los necesitados... ¿Qué clase de cosas me enseñaron en la U, que hicieron que imaginara que tenía tal poder? ¿Cuánta imaginación tortuosa me condenó a esta ceguera futil?

Aprendí a costalazos, y lo sigo haciendo... Pasé un año en la facultad, representando a los alumnos como su presidente. Representando. Ese fue un sueño. Una pesadilla de la cual acabo de despertar, mirando a las niñas en abandono. ¿Cómo pueden revelarse mundos tan distintos tan iguales ante mis ojos?

Por mucho que estudie Biología, sino uso ese conocimiento para sembrar algo de felicidad en el resto, siento que me condenaré a mí mismo al olvido y a las pesadillas en vida. Una cárcel para los videntes. Donde el tuerto es rey.

No deseo ese destino. Lo deploro. Algunos dicen: vale la pena el sacrificio para los frutos futuros. Estudiar más te dará credibilidad, te dará un mejor lugar para hacer cambios. Agradezco sus buenas intenciones, pero se engañan si creen que es lo que necesito oir.

Me he equivocado tanto en mi vida que ahora respeto más estos momentos de reflexión. Ese instante en el hogar cuando la rabia se irguió naturalmente, con una inusitada fiereza agitando mis pensamientos, me quiso enseñar algo. Mi pasado también...

No existe un lugar mejor que otro para ayudar. Si el lugar aparece ante tus ojos y sientes la capacidad de hacer algo, es una pequeña decisión (la nuestra propia) la que da cuenta de toda la diferencia entre hacer o no hacer lo que se debe. Ellas esperan... que alguien entre en sus vidas, para interactuar, son como niñas que nunca crecen. Malcriadas -de la única forma posible- en tanta ignoranica y en tanta pobreza.

¿Cómo no me van a dar ganas de dar lo mejor de mí por ellas? Así al menos, estaría cumpliendo con pacificar mi espíritu (desde el buen egoísmo) y de paso construyendo lazos con personas que pueden optar por vivir mejor. Si lo piden... ¿por qué habría de negarme?

La ciencia... es el camino hacia la investigación... si esto no se aplica jamás... entonces ¿para qué investigar? Si se aplica en algo que no me llama la atención, ¿para qué molestarme en darles mi energhía?

Al final el monje zen japonés (ex-microbiólogo, fitopatólogo) Fukuoka tiene razón cuando habla de experiencia en la ciencia...

"el conocimiento humano convencional y el del cientificismo es como el actuar de un tonto que hurga en libros de día y de noche, afectando sus ojos hasta la miopía más aguda y lo curioso de todo esto es que por lo que hurgaba con tanto afán era ¡el llegar a inventar un artefacto para curar precisamente la miopía! y aún se siente orgulloso de su invento"

Es como si ya no me queda más orgullo... me lo despojaron todo estas niñas y sus miradas. Son sus ojos que piden cariño, los que me matan, laceran mis absurdas intenciones académicas en el extranjero...

¿Han trabajado duro por algo, realmente duro, para que al final se den cuenta que nunca fue algo que realmente los haría felices? Mi vida está lleno de eso, especialmente los últimos 6 años... Cómo si pensar que todo sacrificio vale la pena al final. Te olvidas de tí mismo mientras haces la trayectoria, cuando es la trayectoria y no la meta la única que puede darle valor de felicidad a la existencia...

¿Cuánto de todo esto me hará sentido mañana, cuando esté más viejo? Me habré olvidado de esta punzante capacidad de auto-tortura (jajaja, cuestionarse tanto cansa...)

Dejaré mi cerebro reposar... lo necesito, tanto como necesito un poco de comprensión y un buen montón de amigos que piensen parecido... estoy cansado de nadar en contra. Aunque rendirse nunca haya sido una opción...

Una foto al más estilo Miyagi-san de Masanobu Fukuoka-sensei
(que en paz descanse... a propósito de Pat Morita)

Namaste

Camilo: sólo existen una multi-forma de saber si me arrepentiré o no mañana... ojalá tú te des cuenta de eso. Ojalá nunca te arrepientas... pero si lo haces algún día, pido porque seas capaz de aprender de ello y de cambiar para darle fin a cualquier dolor. La comprensión no debe ser racional (en esto eres bueno y tolerante), sino afectiva.